20081231

Feliz año nuevo

20081226

Lo único que me pertenecía, que era mío en verdad ya se fue –mis dudas y sueños-. Mis sueños nocturnos ahora son desazones diurnas en las que no vale lo que experimente sino de lo que me acuerdo, mis dudas peor aun ¿Qué hay más triste que un panteón abandonado? Sólo me dicen que yo lo veo todo en blanco y negro, aunque crea que no, todo son matices de grises cuando duermo y colores deslumbrantes e intensos al sol. Yo, ya no tengo dudas, pero mis incertidumbres aun no saben que no existen. Porque, claro, fue mucho; demasiado. Y muy vertiginoso.  Su aspecto estudiado para ser deliberadamente descuidado mientras se sentaba sobre la tumba recién cerrada, eso sí, con cada flor es su lugar, olorosas y aun frescas de la mañana, muertas y secas de tres días. Cada detalle en el sitio en el que al final se diluye, pudorosa, la moral.

20081215

Feliz Navidad




20081211

La escalera

 

 

Como ordenarlas… claro que las pelirrojas primero, para aprovechar la mecha. Y como prometer algo si no hay nada que dar, lo bueno es que solo fue un pequeño rasguño, una leve herida que de no ser por el  lugar en que estaba no pasaría a mayores ni se despeñaría a abrir mis ojos; era en el orgullo. Sabía que era riesgoso pero no le importó el peligro, era joven, llena de obsesiones y atrabancada.

 

La mañana estaba especialmente fría, el viento pasaba como desnudando el beso apresurado después de esperar a que apareciera, quiero imaginar las circunstancias en que el frío quedo substancialmente unido a ella, regresar a cuando faltaba empezar y todo era comienzo, era como ese sol de invierno que quema sin calentarte. Se había levantado a las seis de la mañana, había desayunado algo ligero, un pan y café negro. Había caminado sin sentido, al final un ligero trote. Se había quedado viendo aparadores las tiendas enfrente del parque ecológico, que de natural solo tenía las intenciones de los administradores. Se había dejado caer en una banca del parque para ver pasar, simplemente para ver pasar.

 

El tiempo perdió significado, pero sentía como consultaba el reloj cada vez más a menudo. Así hasta que el sol de frente la obligó a moverse. Entender, entender cavilar, pensar. Transcurrió la mañana y no había pasado nada, de nuevo tenía hambre. Compró una revista y descubrió que no decía nada.

 

No hay manera de quedarse con los brazos cruzados... abrió la puerta y poco a poco se animó a cruzar el umbral, -¿debí haber llegado antes?- Se preguntó a sí misma, -venir me produce felicidad, y para mi, ser feliz es muy importante- se contestó sola.

Me toma del brazo cual si cualquier cosa y subimos la escalera corriendo para tener pretexto para llegar jadeantes al tercer piso, me abraza mientras entramos al departamento tan cuidadosamente descuidado, se quita el traje de correr, besos caricias manoseo y siento como estoy prematuramente extenuado y corroído por los celos a su intimidad. Se quedó ahí observándome un rato, haciéndole el amor, segundos minutos que parecían horas, hasta que digo algo, caigo al vacío y para ser sincero… no es tan grave, es como empezar de nuevo. Se levanta, deja una impronta en la cama con su forma insurrecta, entra a la regadera y solo se enjuaga, sale rápidamente con el pelo escurriendo. Era un fin no un camino y amputarla una solución, no un dolor para descansar de esta segunda vida que se acaba en una escalera diciendo -hoy no salgo-, y ahí me quedé nostálgico sin tener claro que voy a hacer con o sin ella. Si, piensa que vive y transcurre en el borde de los lamentos diarios que apocan el mañana en un túnel que cada vez es más estrecho.  En fin, doy media vuelta y no logro descansar, me visto y bajo la escalera, ahora peldaño por peldaño, contando los escalones.

20081206

La intimidad permisiva, como afán y descubrimiento

 

Ese mismo día había decidido tener algún cambio, algo nuevo, miraba al pasado y lo veía lleno de momentos felices pero no recordaba ninguno en especifico. E irónicamente se fue a esculcar sus pertenencias, a tratar de encontrar algo de orden en su pasado. Juana toma el libro que apareció oculto entre las cosas que nunca usa, lo ojea y siente que se transporta, dentro, a manera de marcador está ella misma. La fotografía está dedicada al frente con algo casi ininteligible, tiene una fecha y una frase que no se entiende pero se quiere adivinar una especie de -te extraño y no sé qué mas decir- en este espacio. Parecía que hasta ese día solamente se atrevía a pensar lo que deseaba, pero se atrevió a escribirlo imitando los rasgos del retrato, tomo una pluma y trato de igualar su estilo de hace años. Sentía como la imagen crecía dentro de ella hasta hacerse una misma, tomaba tres dimensiones para empezar a apabullarla.

 

Tener un novio escondido entre la falda a sus quince años,sin saber qué hacer con su vida, como que apenas era razón para sobresaltarse. Pero con el tiempo fue obsesión y razón de vida, una historia que había que mantener secreta acorto y mediano plazo entre escapadas al parque y helados en la esquina. A largo plazo, ya estaremos muertos pensaba hace mucho y es lo más profundo que tiene en su piel para buscar razones. -Que más que descubrirnos nosotros mismos y ser indulgentes, hasta excesivamente tolerantes con lo que vemos, darnos el lujo de conocernos y saber cuánto es lo que queremos compartir con los demás- Porque al final la intimidad es personal y es algo mas absorbente que el cuerpo donde se cruzan la eternidad y lo que no pasó, se dejan caer las horas y el polvo se amontona sobre lo que nadie exige, pero eso no importa, lo que vale es la forma irrespetuosa en que los años no significan nada, solo queda una vieja fotografía en la que se ve retratada en cuerpo y alma en la servidumbre a esos ojos que se adivinan en lo profundo de la habitación, allá donde se apagan las luces y el fuego nunca estuvo. Su más grande miedo ha sido morir para volver a despertar, se acaba el tiempo y continúa caminando a ningún lado preguntándose a sí misma por el perdón a no haber escrito más claramente. Ya no sabe que quiso poner en esa fotografía y no recuerda a quien se la dedicó, ni quiere especular el porqué no la entregó. Sale de su casa y en la calle se encuentra una vendedora de flores frescas, escoge un ramo de nomeolvides, blancas y olorosas

20081118

-Apaga y vámonos-

 

Me hubiera gustado que fuese un –Espérame tantito y llévame- o algo más neutro, pero no, decidió despedirme lo más rápido posible. Solo le quedaba una mirada malgastada entre sus ojos que me despachaba con algo de tregua en su adiós, pero el honor y el sacrificio te llevan a luchar por ellos, y pelear es intrínsecamente malo. Entonces decidió suspender la guerra en palabras y uso su mejor cara, la de expresión de asombro. Intuye que alguien ignora su voluntad, y esa es sagrada, la euforia mata la sensatez y liar sus bártulos es la solución. -Adiós, que para adiaos ya habrá tiempo- 

20081101

Doble vida de una calavera

Ella, ejemplar de mujer más no mujer ejemplar es la que delirante y omnipotente se deja caer sobre mis perturbados principios, porque los suyos están bien acendrados en el disimulo de quien se posesiona en sí misma para regalarse en un desprendimiento automático, fundido en las diferencias, porque si que las hay y en verdad me complementan. No es sencillo seducir almas ni contagiar pasiones ¡tiene que ser un crimen! o al menos una infracción de tránsito. Pero se abre la sesión y se tiene que declarar nulo el dictamen por falta de parte (la mejor porción). Y además, desvelarse juntos, que no es lo mismo que quitarme el sueño, no es nada serio, sigue siendo una comedia sin risas con un gran final tan circunspecto, como el enojo de los niños o la liviandad del aire cuando pasa entre los dos y termina de desnudarnos por su suave brisa. Pero no hacer nada ante la evidencia, es declararse culpable. Al fin eso no se aprende, se vive porque al final se reduce a redactar, en voz baja, códigos de miedo con un dejo de desasosiego que no lo es y, aunque esté escrito entre terceras personas es el yo mismo del espejo que me dice quien, que o donde soy y estoy, siempre entre lo posible y lo deseable para buscar un lugar en la nada. Me alucina saber que al final el tiempo pasa tan lento que no alcanza a dejar huella, y no pasa nada, o casi nada, solo quedó un difunto exquisitamente envuelto en el humo de una tragedia inacabada en que se convive con el cadáver que me permitió vivir mi vida y disfrutar la suya. ¿Lo negaré todo? Pues así es, la locura es lo más sano que conozco, y como hace tiempo que no me hago caso ya me considero un desalmado que se quiere mucho y es tanto mi amor que voy a enviar flores al azar, ojala y me toquen a mí porque no son azahares, son cempasúchiles.

20081015

La semilla muere cuando el brote germina

 

 

Algunos no se pueden morir porque tienen recuerdos de vidas anteriores que los mantienen sujetos, ese miedo a otra resurrección que los conserve en la incertidumbre de no haber terminado de vivir una vida anterior. El terror de ser engendros por mitad del demonio fértil que se oculta en la soledad de nuestros ratos vacuos y viene a complementar los miedos por coexistir entre sombras con el yo… pero de otra vida. –Estoy hablando del fantasma de un revoltoso que tengo incorporado y que solo yo lo siento; está enterrado dentro de mí- Es fácil decirlo, pero probarlo solamente nos convencemos nosotros mismos mientras cavilamos y no sabemos quién o qué se expresa en realidad o ¿Quién persigue a quien? ¿Qué manipula a qué? Al final solo un incrédulo puede creer que existe esa otredad, convive y está aquí conmigo sin hacer mucho ruido.

 

Un miedo que es tan privado y secreto que llegó a ser completamente mío y al final de todos, déjenme contarlo antes que lo olvide, aunque el tiempo ya ni corre ni existe para mí…

 

Cuentan que seductora se llevó lo mejor entre sus ojos verdes y manos largas para después ufanarse de corridito, sin pausas ni alientos, sin dejarse seducir nunca más, prácticamente innominada por mí. La enterré cuando pasó el tiempo y lo mejor se quedó ahí. Lo último que me dijo fue -El que parpadee pierde- Y se me quedó viendo fijamente con esos sus ojazos, todos dicen que yo perdí pues ni nos quisimos ni nos íbamos a querer, ahora que pasó el tiempo me rio de mis limitaciones cuando recuerdo, si todavía se puede. Después, recuperé experiencias y ya no dejé pasar ni ocasiones ni pasiones sin sentirme machacado, ensanchado con su recuerdo.

 

¡Claro que ahora soy creyente! ¿No soy yo Dios? Y como recuerdo sus ojos que se ríen nomas de verlos, pero ahora estaban como prudentes. Vi como se nos arremolinaban alrededor un montón de personas que se apeñuscaba entre curiosas y morbosas para ver que había pasado y sentí unas ganas irrefrenables de ver que sucedió, era alguien familiar y pensé en mi padre y alguno de mis hermanos, tenía algo familiar. Observaba desde arriba y creía que me volvía más liviano mientras me alejaba del lugar y solo quedaba una mancha roja al centro. Ahora comprendo que era yo quien estaba entre la gente, el hijo de mi padre y carnal de mis hermanos y era un placer tan sensual que me tuve que poner encima por un tiempo mientras trataba de asimilar que era ella quien estaba ahí acompañándome y conmigo en mi miedo.

20081007

¿Es propio fumar después de hacer el amor en un templo laico?

 

El bien tener y mejor estar, es como el cuento del seminarista que necesitaba fumar en la hora de los maitines y le pregunta a su compañero de cuarto:

-¿Qué crees que me diga el padre rector si le pregunto si puedo fumar a la hora de orar?

-Depende de cómo le preguntes, piensa bien que le vas a pedir

Llega altivo y solemne ante el padre y le pregunta

-¿Sería prudente que fume a la hora de la oración, reverendo padre?

-Claro que no hijo, yo creo que eso distraería tu comunicación con el señor

Y claro que pasó el tiempo y ahora fue el otro seminarista a tantear el terreno

-Padre superior, ayer mientras fumaba me dieron unas ganas enormes de orar, ¿Es esto algo impropio?

-Claro que no hijo, orar siempre será para la mayor gloria de Dios, puedes orar y fumar

Así es la perturbadora pasión por manipular los deseos

Y ahora, ¿cómo le reformulo la pregunta…? Es propio fumar después de hacer el amor

20080923

Ya no me acuerdo, eran los tiempos en que aun tenía valor la autocrítica y la modestia, poseer un secreto para darle sentido a mi hambre y cambiar comida por cariño era un lujo que ayudó a sobrevivir a los débiles cuando la boca tiene un gusto agrio y mi hambre sabe a ansia.

Ahora me da por pensar que nada es real, que el puesto de quesadillas de la esquina no existe y el humo del anafre no huele a carbón y manteca o la chalupera tiene veinte años menos. Los veinte kilos extras que se le escurren al suelo desde el pequeño banco en que sopla el anafre y hasta la hacen parecer guapa -porque simpática lo es- para el sexo fortuito que nunca ha sido, que solo es una quimera dentro de mí. El viento de anochecer de agosto se lleva lejos los aromas, los ruidos anónimos de música que pasa mezclándose con el del borboteo de la fritanga. El papel que protegía la garnacha se queda prendido a mis dedos por un rato antes de desecharlo elegantemente sobre la cubeta de la basura que está su izquierda, mientras, desvarío en recuerdos inmediatos. Lo aviento y percibo que se desengancha algo de mí calladamente, disimulo y huelo mis dedos ¡que delicia, Dios salió a dar la vuelta esta noche! Y me descarrío en pensamientos oníricos.

Salgo a pasar lista, la noche está ahí, los perros reposan en la esquina opuesta, el puesto lleno de comensales, nada debe remplazar a nada para ser perfecto, ni el babero ajustado de la doña, ni mis delicias perversas de privilegios de príncipe arrobado de lujuria por el sancocho

Que sabrosos los excesos, llevarse después el bagaje embarrado a casa, ver como los dedos entreabiertos dejan la huella de la manteca en el teclado y no sé cómo la grasa llega a la  pantalla, ¡que desagradable estar enamorado de una saltapatrás! Algo sin sentido, la neta no sé que me da razón a mí enjundia culinaria

Estoy de malas, tengo hambre y me doy el capricho de ser banal para buscar más hambre recorriendo mis sentidos. Y ni modo, no llegó, carambas, tanto que lo planeamos juntos para que se fuera con la mitad de nuestros recuerdos, todos juntaditos y bien guardados dentro de ella, el argumento en que los héroes se quedaron fríos y esperando. Hoy no puso el puesto y hace frío en la soledad del parque.

20080826

Es la verdad, y por eso, no dice nada


Todos somos muchedumbre que se vuelve extática mientras transcurrir parece normal, porque no entendemos lo que pasa cuando dedicarse a buscar almas y disponerlas a descansar en conjunto es algo bastante subjetivo que solo se justificó cuando nadie pudo salir del panteón.
-Nada es real, me da mal agüero- señaló con voz tipluda su viuda, mientras dirigía la vista a las torres de la iglesia que estaban como congeladas en la última campanada.
-Todo es silencio- y se dio cuenta que el tiempo estaba estancado, las nubes no se movían y los pájaros permanecían misteriosamente inmóviles en las cornisas del templo, esperando, como aguardando por algo que aún no pasaba. Algo irremediablemente íntimo para lo que no podían salir y su querer se canalizaba en los demás… aunque nadie opinaba diferente de la partida de las almas y menos aun sobre su naturaleza
-Están desatadas todas las ánimas, por eso no las hayamos. Necesitamos unirnos y ver que pasa para buscar, si no, nunca vamos a acabar- Un médico opinó que no era algo real lo que estaban haciendo -Para la resurrección hace falta la muerte y para mí que no se quiere ir, está esperando algo o algún nahual la tiene presa-
-¿No será tan sencillo como morirse y ya? pinche nahualli, no lo deja. Qué diablos hacemos aquí esperando, ya son tres días. Ve sus ojos, abismos y profundidades- dijo observando al muerto y haciendo como que buscaba algo en los alrededores
-Pues no creo que resucite como El Señor, ya son más de tres días. Es más, ya empieza a heder-
-¿Y cómo no nos iba a abandonar? Si ya era puros huesos y ganas de vivir-
-Si cabe el muerto en la caja… ¡ya no está vivo! despachen a su alma a otro infierno, al menos cierren la caja que ya no soporto verlo- dijo algún invitado ya muy molesto, que ni tenía vela en el entierro pero tampoco podía salir del cementerio
-¡Que alguien le empiece a echar tierra! Me gusta pensar que ya no saldrá nunca de ahí-
-¿Cómo podemos saber que no estamos soñando?- Dijo otro mientras se pellizcaba y simulaba dolor

Lo único cierto es que la tumba permanece abierta, algo oculta de un sol que ni calienta ni se pone, entre los dos árboles de manzanas panocheras que se parten entre su sombra y el alma del muerto que se niega a salir del cuerpo para mantenerlos a todos atados al funeral que no termina, aunque ya han pasado días. Los deudos ya están entre desesperados y nerviosos, pero el cuerpo está incorrupto, absurdamente optimista se mantiene sudando una serie de gotitas como de rocío que perlan su frente. Y la humedad es síntoma de vida, existencia que no es ser cuando que se transpira en pedacitos de cielo y eternidades

Se acerca al agujero para observar fijamente el ataúd, buscando algún inexistente signo de vida y lo trata de cerrar mentalmente pero sus dedos nerviosos no le obedecen. Un vahído espeso y oloroso se desprende en ese momento del cuerpo muerto y hace que las gotas sobre la frente del cadáver escurran.

Denso y lleno de sapiencia, el regüeldo flota y se coloca entre los deudos, que ya reniegan de serlo después de una semana de penurias, ahí sin poder terminar, esperando que se vaya el alma para ponerse a llenar la fosa. Uno de ellos, el más valiente, toma un puño de tierra que avienta encorajinado sobre la frente del compadre muerto y al grito de –Vámonos a comer buñuelos- se pone el saco como quien se dispone a partir con lo que queda de su planchado acicalado de duelo después de una semana de malpasarla encerrado en el panteón, para intentar despedirse del alma y atreverse a acercarse a la salida para abrir el portón del panteón, sus hojas se apartan pesadamente sin que nadie las empuje y se observa una calzada bien ancha que se deja ver enfrente, pero no va a ninguna parte.

Llega al portón y aunque está abierto se queda ahí parado sin cruzar el umbral, esperando por los demás. Nadie lo sigue y él; no se atreve a cruzar la puerta.

20080820

Había una vez un nudo de nubes que llovieron y de repente se vaciaron para cargar las calles de charcos y limpiar las aceras, trajo sus mitos de perennidad y nos dejó sin cumplir su función… refrescar la vera a la que nos encontrábamos, disfrutando la brisa húmeda que llega del campo que impide que mi calenturienta mente se deslinde del momento
-Es un hecho, (suspiro), esto no va a ninguna parte-
Nunca pensé que los atorones de un viernes en la tarde nos dejarían a la orilla de la carretera, lloviendo y a obscuras en su auto. Aparentemente el tiempo no pasa entre esto agobios, es una farsa en que todo sigue igual. El cofre en su lugar y algo de vapor en los costados aumentan el calor a la orilla de la carretera y no traen ninguna idea de que puede suceder después, todo parece igual pero no es cierto, ahora está estacionado el auto a la orilla de la carretera y su función no se cumple. Esperar será una buena arma para ver qué pasa. Alguien se acerca, pide permiso y levantamos la tapa del motor. Un montón de piezas temblorosas -perfectamente ordenadas e inútiles- despiden calor y humean unidas a un todo a punto de despedazarse, de desmembrarse entre olores de aceites quemados y humos de vapores incomprensibles que misteriosamente se abren caminos en lugares insospechados hacia el vértigo de la velocidad que ya no es.
El curioso se separa del motor, e invoca a algún Vulcano que arcaico se convierte en un siseo único entre el motor y el sujeto que termina por diagnosticar una muerte súbita por mal trato del mazo de la forja a los cuacos del motor
-sufre de melancolía, o… ya se lo llevo la chingada-
Metáfora de lo que en realidad pasa tratando de imitar la realidad,
-se quedó pasmado de abandono- explicó ella a alguien más que pasa a la vera y lo único cierto es que el ánimo doblegado de los fierros huele más a hule quemado para entonces y los metales, destemplados, ya dejaron de crujir, la transubstanciación no llegaría nunca
-¡Me lleva!-
Y se vuelve porosa mi conciencia al hecho de tener que abandonarlo, ni la lista de errores y prejuicios se aplica al consumo de gasolina, ni a caminar delante de los prejuicios de un mecánico
-Parece que estas por diñarlo-
-¿Y, si, de verdad, así fuera?-
-Es un riesgo enamorarse de algo que no tiene alma, no una garantía –
Me quedo muy quieto por fuera pero por dentro no sé como disimular, mientras, una sonrisa se transige en mí buscando algo de lujuria en la espera. Al día siguiente, el auto aún se encontraba donde lo dejamos abandonado, esperando, solo esperando.

20080726

Que si, que no. Quesi quesi queno.

Ya era bien tarde, los perros empezaron a ladrar desde antes del amanecer, y yo salía de la cantina que ya escupía sus últimos cabrones. Unos jalaron para la casa de Lucha a seguirla y otros –corriendo medio pedos- a la sacristía de la iglesia a entregar su mayordomía al siguiente turno y pos que… niuna niotra… me vine a tu casa y si después me arrepiento pues ya ni modo. Y claro que no me atreví a tocarte la puerta, solo me quede viendo como la pintura azul de la fachada -de a poquitos- cambiaba de color y empezaba a verse cacariza con la luz del foco de la esquina iluminándola de costado. ¡Quien fuera ese vientito frio y seco que baja del monte pa´ meterse entre tus rendijas! Pero no, yo estaba en el lugar equivocado y enfriándome a lo pendejo, viendo lo que no se veía entre los resquicios de la ventana, olvidando los finales y algunos recuerdos. Y así, hasta checar como una pinche huida, de la que ni te diste cuenta de tan cobarde, provoca un gran alivio porque compruebo que si no te veo, no estás y te mantienes aquí adentrito de mí, solita pa´ mí.
No tiene remedio, me quedé aquí atento y bien prendido haciendo planes mientras la noche pasa entre buenos consejos y malos ejemplos. Esto es como el día que está entre muchos, salgo al frío con mi chamarra obscura para disimularme, me pongo las botas que no debo ponerme porque son ruidosas y su taconeo me delata a cada paso mientras camino -va y viene, viene y va- y fue suficiente para delatarme y que salieras a ver quién era el escandaloso. A ratos, mientras estoy andando nomas me oigo yo solito haciendo ruido y esto, aunado al gabán que ya ni lo aguanto en los hombros, como para aumentar mi ansia mientras pretendo circular ligero, solitario, con las palomillas que rondan la luz de los focos en las esquinas, como queriendo quemarse al calor ¿Será esto un maridaje conmigo? O quizás solo es el miedo a verme en las sombras el que me hizo quedarme impávido. Había pasado varias veces enfrente de la cantina y ya no había nadie, aunque el burdel aún tenía música y no, mejor me jalaba de nuez para tu casa.
Cuando te traté, tú me contaste tu vida, algo sobre el tiempo que pasaste en la capital y cuando quisiste cruzar el rio para irte de mojada –Háblame de tú- me pediste. Como eras la única hija del dueño del ranchito que está en la salida de los magueyes y ahora te dedicabas solo a parir los chivos para la temporada buena, bonitos animales los que criabas cada año. Una vez entré a tu casa con el pretexto de comprarte cueros y me invitaste un café bastante feo, eso sí, muy dulce para mi gusto y no me aceptaste salir conmigo nunca. Hasta que quedaste embarazada y nunca supe de quien ni porqué pero de repente ya eras “viuda”. Era muy tu gusto tratarte con los muchachos del pueblo y hacerte la rogona hasta que ahí plantaste bien petacona y con tu chamaco pa´ arrear chivos.
Lo mío es otra cosa, andar de vago por el pueblo y llevar el ganado al matadero los viernes con el cuchillo bien puesto al cinto y afilado para ayudar a los matachines a limpiar los cueros, bueno, nada del otro mundo pero ahí la llevo, sale pal vicio y sobra para malpasarla que para lo borracho que soy, pos que ni que… casi no tomo. Yo, ya sabes, de enamorado pos para que te digo que no, si lo burro se le nota a uno a distancia, nomas oyes como dicen –Ahí viene este pendejo- Y yo creo que eso fue lo que me calentó pa´ venir hoy al salir de la cantina, ver cómo me tiran de loco, nomas se ríen atrasito de mi. Y ahora que me abriste la puerta pues… que se me va el valor, hay muchas cosas que se juyen de a gratis y otras que pagaría por hacer, pero venir a verte como que me va a salir bien caro, ni modo que les respondiera -Éntrenle a lo mío que ora es de todos- ahorita ya siento mi mano que como que te quiere abrazar más fuerte y se le va nomas en sobar la navaja recién afilada mientras no sé cuál de las dos está más puesta pa´calentarme.

20080721

Y qué más da, hoy tengo que salir de transitar un buen rato mientras asimilo lo que había sido, para entender que eso me es ajeno aunque lo hubiese vivido. ¿Cómo intimar a lo imposible?, aquí está y es real o al menos eso creo. Como agua y aceite nos resbalamos y bien sé que yo no soy el problema ¿o sí? Mientras, siento su halito junto a mí, la muerte se ase de mi brazo, volteo y veo como sonríe, su aliento no huele a nada.
Me invita a caminar con ella, me pide que nos hagan un retrato acompañándonos, -después de todo, esta será la última vez- me dice como para convencerme y yo le pregunto-¿quién será el habil que nos capte?- pero ya no me contesta. Ahora, ya pasa más lento el tiempo y no es tema el destino sino la inmortalidad del camino circunscrita a mis deseos, bueno, al menos el diablo no se ha dado cuenta que he muerto y aun transcurro liquido entre formas más concretas y apetitos de ausencias menos fáciles de condescender.

20080712

-Acá las cosas son diferentes y el tiempo no camina igual pues ya ni mis güesos se acoplan a los suyos con la misma solitud de antes mientras el tras-tras rezumba en mis oídos sin parar- ahora para llenar el pelo de viento lo tengo que pensar dos veces y su ligereza, de tan largo, rebasa el tiempo mientras caigo en la tentación de mandarle una mirada furtiva en el espejo so pena de recibir un tajo. Mientras, recuerdo y me engaño a mí mismo con mis buenas intenciones voy modificando el pasado y subiendo mis expectativas para conformarme, más lacio, con seguir reconociéndome en el reflejo y no en el retrato como si algo hubiese ido desaparecido poco a poco, primero el amor, después el erotismo y al final la seducción. Las descripciones ya no son, y es que nuestros deseos siempre nos llevan a más obsesiones. De arrendador y dueño me vuelven arrendatario del hueco que queda mientras me quedo con las ganas de contarle la última parte, pero no, el tiempo termino, despierto, levanto la vista y quedo complacido, ¡el corte de pelo me va bien!

20080628

Blueberrie:
Inevitablemente en el principio de un pensamiento hay que expresar la base del total, pero el fondo de la rutina siempre es lo mismo. Me siento aterrado y afirmado en esa tradición, pero que difícil ser redivivo y admitir que tengo una carga y una deuda enorme con lo que soy. Me siento más que aterrado y negado en eso, pero no es fácil sobrevivir a lo que somos y salir de lo igual para dejarme llevar dentro de la vulva gigantesca que se atraganta de mí mientras me chupa. Detrás de las verdades me azumo como un mentiroso irredimible por el decreto de mi mismo, otorgado por mayoría absoluta con redacción en la primera persona fundamental que soy. Mientras, entre la susodicha mezcla de la que adolezco de realidad y ficción porque cuando estoy solo soy un misántropo y acompañado un pervertido social, aun cuando estoy consciente de lo que soy, me sigo tratando de entender para mejorar, pero solo veo salir letras sin sentido. Y así, como suele suceder cuando termino, paso a despedirme recordando que vale la pena vivir siendo el fustigador de mi mismo.

Gracias por ser y tu valiosa opinión

20080621

Me alegó al oído en tono de reproche -Ni pasa nada- y efectivamente no pasó nada y nos dejamos llevar solamente y eso es tan fácil como cultivar un rito ya muerto, como dejarse llevar por el clima o abandonarse al suplicio de olvidar el olor de su cuerpo. Derelicto de su amor y con nada más natural que ofrecer y qué, la lluvia está mojada y el problema siempre es esa otra persona que se niega a envolver el silencio de una tumba abierta entre dos opiniones, una cuando estoy horizontal y otra verticalmente como recabando un permiso sin sentido que nadie otorga a quien está sin ser percibido mientras prefiere el olor de las sabanas recién planchadas. Totalmente desnuda se avergüenza y deja caer sus señales sobre mi conciencia para aplacarla en la psicosis vuelta un miedo y transcurre la tarde normal, pero entre las caricias que no sabes llegan algunos olores y te engarzan en incidentes entre tu yo y la conciencia, en los que no puedes evitar madurar. Los principios son los mismos, la moral no cambia pero tú tomas conciencia y actitud ante tus propios mitos. En el último rincón y en la última esquina siempre espero a encontrar algo que me salve, a veces el día y ojala... la vida, -No te vuelvas a levantar temprano porque tu optimismo me agobia- Y me acuerdo muy bien de que se trataba, tras dejarme llevar por el primer ímpetu entiendo que su pasividad despierta las sospechas de mi temperamento mientras no se qué hora es para subsistir tan encantadoramente inútil o miserablemente tendido.

20080528

El golpe en la frente

Pues, que más que no estar cerca cuando se levante, o estar volteado viendo la maraña en que decido ahorrar al tiempo que se quedo oteando la salida del cuarto. Y ni modo hay que apechugar, a lo hecho… derecho, o sea, todo el peso de ley del más fuerte aunque se vislumbre la salida. Se fue solita y aquí estoy para contarlo, así fue.

“Escrupulosamente se dedicó a arreglarse, la raya del planchado más que evidente en el traje sastre de negro absoluto y su camisa tan bonita, con fruncidos en las mangas, inmensamente brillante para mis ojos en su blanco perfecto, se la fajo graciosamente como queriendo que no se arrugara y como buena mujer honesta se dedico a olvidar su historia mientras se checaba el rojo de sus uñas con una mirada entre rebuscada y falsa, para dedicarse a terminar de observarse en el espejo tarareando una canción: A partir de esto ya le fue fácil salir a la calle y mezclarse con el resto de la gente, la hora de la venganza estaba cerca y a ella la iba a alcanzar bien prendida a su apariencia externa. Aún recordaba y me imagino que eso la hizo colocarse los lentes de marca, extra grandes y muy obscuros para evitar enseñar los ojos llorosos a los que pasaban cuando salió de la sombra del hotel, para dejarse llevar por una postura altiva y que se notaba fingida pues no le terminaba de quitar la pinta de fulana, ahí fue donde se dio de frente contra el cristal de la puerta, cuando adquirió el chipote en la frente que todos me achacan, pero no, yo solo estaba observándola desde la ventana para poder atestiguarlo. Era algo reservada, pero para algunas cosas se explayaba con la fruición del naufrago que es arisco a las madejas que la apañaban en las noches contra las palmeras de la playa ciñéndolas sin fin. Qué más puedo decir, solo que al final era tan maravillosa que hasta la estocada con que me dijo adiós me mando al disfrute”

Al colofón todo era más ruido que acción ó como diría casi entre dientes antes de terminar la última vez e irse casi sin despedir, mascullando sus íntimas contriciones: -Yo ya me dejaba caer por las escaleras y llegaste tú para empujarme, te quedaste muy pa siempre en mí-

20080512

La fuerza de choque del mesías
Recibo un correo de alguna parte y no sé quién:
“Al fracasado le asiste todo el derecho de considerar que fue la sociedad quien perdió y eso justifica excesos en el uso de la libertad como la anarquía o el populismo, el vicio de nuestra democracia es permitirle a cualquiera que aspire al poder, aun cuando este crea en mitos simbólicos que tienen más fuerza de comunidad y supervivencia que la realidad, y no es cierto, estamos arriesgando el futuro por un hoy cómodo, ¡qué vergüenza el sembrar pánico con el mito de la democracia cara a cara!”
La psicosis se vuelve solo miedo y transcurre la vida normal, pero entre correos que no sabes llegan algunos que los abres y te engarzan en incidentes entre tu yo y la conciencia, en los que no puedes evitar madurar. Los principios son los mismos, la moral no cambia pero tú tomas conciencia y actitud ante los mitos de la política.

20080508

¿A dónde van a pararse todas las historias deshilachadas y sin fin? Al astrágalo de mi pie y se quedan acompañadas de los calcañarcitos que tarsitos se dejan pisar sobre la suela y el quedar sorprendido me prende mucho el síndrome compartimental que procede al mal paso. ¿Quien dijo que taloneando no se muere? ¿Y a quien le importa si la taba es un albur que se juega con carnicoles o los dados se dejan caer solo hasta que alguien te alcanza y te ultraja el tobillo en el último paso para que el tarso de mis dolores se duela? Así estas palabras agotan su sentido y la historia puede ser contada porque es tan real como mi extremo inferior izquierdo, ¡ahí donde me duele el pinche huesito!

20080430

Algunos días daría cualquier cosa por dejarme llevar, perder la voluntad y simplemente dejarme ir en un dejabu absoluto que me aparte del tiempo y espacio. Sentirme ruin y abandonarme a lo que no se hace. Esconderme en la multitud o quizá atrás de un errante ideal para huir y dejarme llevar por un atajo que de muchas vueltas. Y qué será, solo una referencia a algo que quise decir alguna vez. Como una palabra que se oculta en el tiempo sin dejar huella visible, solo una especie de aroma que indica su procedencia. Una alegre referencia a algo que fue, o solo imagino que pasó, pero a fuerza de repetirlo ya es verdad y que, sino acaso solo la turbia irregularidad del pasado sostiene las verdades del hoy. Y qué es tal vez solo un surco que queremos ver recto y ha dado milyuna vueltas en nuestra demencia y así son las cosas cuando las voces proceden de las nubes. ¿Cómo sobrevivir a mi mismo? Incauto y sonriente… dejándome llevar.

20080408

Mi club de lectura...



La cofradía


Ahí enfrente, el sol ocultándose. En alguna forma se deja caer la noche en la forma habitual a un lado del volcán y cambia los colores del horizonte de azul a morado. Mientras, pensaba con un poco de premura y un cierto asomo de gusto en cómo se disfruta la tarde mientras ella -Ya lo sabía- entra y se deja caer en el sofá de la entrada del café-librería para esperarlos en un jugo que la hace sentirse superior en la cafetería e inferior ante los libros, un momento en que no termina de entender porqué los libros son un medio mas no el fin para resolver sus dudas y volver el ego la marca oficial de los deseos. Pasan un par de minutos y siente que la calma llega a su cuerpo, ya relajada se da tiempo para escudriñar los alrededores y comprobar que la librería es suya, ni siquiera un dependiente entre ella y los volúmenes nuevos y en orden, la cita es a las siete y aun no es hora pero ya está ansiosa por ver a los cofrades.

Se levanta sintiendo el imán de los libros y su paso por los anaqueles se alegra en el transcurrir entre esos días tontos que siempre pasan sin dejar una huella permanente, manejando lo más horizontal que se pueda sus deseos ocultos en remedo de otro apetito, mientras en contraste observa los libros, todos verticales permutando sus deseos. Cuidadosamente alineados por autor, por tamaño, por color, por editorial. Como sabía que no la observaban tomó un volumen sin recato, “Antología”, -Nunca he leído un autor de corrido- pensó antes de regresarlo a su lugar. Caviló en el porqué le gustaba llegar temprano, disfrutar un momento de soledad frente a las pastas de los libros y sopesar autores en diferentes ediciones, oliendo la mezcla de olores del molino de café y las páginas nuevas que se potenciaba en su nariz llevándola a otros lugares y otras personas en las que transcurrieron estos tres años.

-Las siete y nadie llega, que bueno- pensó, -Me gustaba más esperar los cofrades entre los libros de Módena. Alguien pidió a un lugar con música fuerte, sin anaqueles llenos de libros y desde entonces… pues la cofradía ya no es la misma y además extraño el expresso-. La maja barata se sienta a meditar sobre las conexiones entre eros y lenguaje mientras espera las infracciones capitales entre lo carnal y lo cerebral de la reunión de esta noche para poder sopesar el tiempo con todas las vivencias de tres años.

20080404

Si nomas no agarro inspiración ¿Pa que quiero tantas plumas?

20080320

Semana Santa

Abrió los ojos y sintió un resplandor que la cegaba -La luz siempre la luz- se dijo a si misma esperando que alguien más la oyera, odiando haber olvidado cerrar la cortina antes de acostarse y despertar sola (era su culpa y lo sabía). Acabó por avivarse y se puso a arreglar sus prejuicios antes de alzarse de la cama, no era necesario ningún objeto o cosa para que se justificara o siquiera le explicara algo que ya sabía pero aún así, sus dedos buscaban algo que sentir para saberse real. Cerró momentáneamente los ojos y esperó que la última escena del sueño viniera a su mente y la fue pastoreando hasta que casi se volvió tangible… Se vio ella misma, más maligna que yo en mis días de soledad caminando hacia ninguna parte y totalmente desnuda tratando de levantar el vuelo y al mismo tiempo sintiéndose incomprensiblemente hermosa en su desnudes mientras se deslizaba por sus sueños, entre esa ansiedad que se confunde con el hambre y las ganas de ir al baño, en el saber que tienes todo el tiempo en tus manos y no alcanza para avanzar entre las sabanas que se resbalan entre el cuerpo como desvistiéndolo, sintiendo como fluye el reloj sin memoria ni nostalgia hasta sacudir la somnolencia y decidirse al baño. –Son horribles las vacaciones y la soledad- pensó antes de salir a caminar en la ciudad vacía a buscar nada.

20080226

Hay que vivir el momento


Se deslizaba con esa clase de ingenuidad, que peca de cándida, caminó hasta el auto esperando que sucediera algo que la dejara perpleja en la candorosa ineptitud de sus dieciséis años y minifalda nueva sobre sus piernas tan rectas y hasta cierto punto inadecuadas para algo tan corto de tan delgadas (Están fuertes y suaves y en cada movimiento puedo evitar menos el disimular estarlas viendo, soy transparente como papel de china). Pero no sucedió nada y se dejó caer sobre el asiento del auto para abandonarse en la carretera junto a alguien que no conocía pero si la conocía, ese era yo. Así hasta que se acabó su aguante y se terminaron las ideas impracticables que buscaba para solo resignarse llevarlas y casi sin querer encontrarlas en ella misma en el momento en que se desanclaba de su cuerpo sin saber si era un milagro o algo físico el tratar de ignorarme o quizás de hacerme caso, pero no mucho.

Poco a poco sintió que la falta de voluntad era consecuente con su manera de manejar el momento y dejarse llevar, hasta que no le quedaba más remedio que regresar a su punto inicial.

A veces se justificaba a si misma tomando atajos o cambiando la plática mientras sus manos se dejaban caer sobre sus rodillas tratando de mantenerse ocupadas, pero siempre había un retorno para encontrarse a sí misma en su ingenua huida a lo narrado en su escape a ninguna parte. A fin de cuentas era su decisión de cada abandono volver y quedarse con la conciencia petrificada para regresar a lo mismo. A espulgar sus entrañas consumidas por tantas veces haberlas recorrido, igual, de arriba abajo, en un sentido a otro, desgastando atajos y veredas de tan poca vida.

Toda la historia en medio de justificaciones que rayaban en el eretismo de sus entrañas cada vez más maduras (Tose, seguro le va a dar gripe, ¿o estará molesta?). Esa tarde que se hizo eterna en mi memoria y solo cristalizó mucho tiempo después. No encontramos el punto esa vez… ahora tampoco, pero ya nos conocimos y fuimos uno… aunque fuera a destiempo y con otro sentido del amor (Me mira imperturbable y en cada movimiento sonríe de una manera misteriosa mientras se cubre las rodillas sin poder ocultar su desnudes).

20080211

-¿Qué haces?
-Nada



Tiene que ser un gozo tan irritante como el de existir mientras nadie se da cuenta que ahí estas; como el de una mujer que nos observa cuando estamos sin hacer nada y no puede entender que estemos con la mente en blanco, sin movernos y aun así nos concentremos en ello. Cuando a mi me importa la forma que no el contenido y aprovecho todas las desventajas para no hacer nada. Igual es la inspiración y el quehacer cuando estoy en blanco y obnubilado, siento que trabajo y no produzco nada, eso sí, con el entusiasmo envidiable de un dios eterno que no cambia, porque cambiar le restaría a su condición divina. Después de todo… es más bonito que te sueñen que soñar.

20080118

Por el amor de Dios, ¡si todo olvido es un rechazo!

Qué difícil es habitar en otro yo, estar dentro de él y dejarse caer con pertinaz pertinencia dentro de ti como si fuera otro, es como una reflexión sobre el silencio, es como cocinar para que te quieran y escribir para que te envidien sin remedio. Porque lo que garrapateas se grava en la memoria y solo se olvida en el discreto encanto de ser para perderse en los resquicios diminutos del consiente para solo abrirse de noche y con miedo agravando el insomnio. Sientes que te enamoras y dejas caer la tarde y lo que le sigue en inmensas horas que no dicen nada nuevo, solo reafirman lo que imaginas que hiciste con la vida y te devuelve historias completas y con un final en que pasan cosas… simplemente transcurren. Cosas como enamorarse y morir, o quizás olvidar y nacer de nuevo demuestran que ser listo es muy diferente a ser inteligente porque siempre en el fondo esta un fracaso y el miedo que persiste mientras se deja caer desparramado en la memoria para intentar borrarla. ¿Qué trato de olvidar? En fin… ya no me acuerdo, se me desgastó la conciencia.

20080115

Los secuestros exprés generalmente no son reales, no se dejen sorprender.
Aunque les pidan que no cuelguen el teléfono, localicen a su familiar y no se dejen llevar por las ansias.
Si el secuestrador en verdad tiene a su pariente, cuelguen que seguro volverá a llamar.

La voz que ponen al principio es de la que se apoyan para convencer al incauto, pidan hablar con la persona secuestrada.


Lo mejor es COLGAR el auricular y no dar ningún dato. Traten de mantenerse frios (Ya sé que no es facil)


Que poca madre de las personas que viven del dolor ajeno.


Me cagan las cadenas, pero comentenlo con sus amigos.......

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