20070326

¿Quién vende recuerdos? Yo los compro
Se había quedado sin tiempo, llegó a la terminal y procuró no agitarse mientras recordaba cómo fue una sola vez, pero el tiempo nos hace perder suelo y razón mientras esto es tan puntual que termino sin saber quien soy... ¿Y todo en las aceras de Paris? Meneado con un poco de intriga, regresé en marzo a ver el deshielo con ganas de tener miedo y estar enamorado, seguro que el deseo nace de las ausencias que no de las palabras... Es como un pacto suicida de dos que no saben qué hacer con el futuro, recorriendo avenidas de luz. -¿Miedo y caos? ¡Qué angustia! Entra, entra-(Con alegría inocultable y una sonrisa que me desarmó pues claro que los favores que no se pagan, se terminan correspondiendo)
Miedo. Yo tengo el mío alojado entre los recovecos de mi mente en que trémula, y en Paris solo sale de tarde a ver correr el Sena, mientras, miro el sol y como se pone atrás de tu pelo desde el sino de mi incongruencia. Esta es la ilusión que mata al azar elemental que te dio forma entre tanto recuerdo expulsado de mis sueños en que enamorarse de una forma tan exquisita, quedando tan obsesionado por alguien, es como una terrible esquizofrenia. Tomando algo de aquí y de allá mientras te desgrano, ahora nuevamente una vez que te tengo real conmigo para tomar lo bueno de mis recuerdos, no solamente lo ideal. Solo una más de mis fantasías en que siento que me ahoga el peso de mis recuerdos, sumado a lo que imagino mientras fluyes suavecito, como el rio anocheciendo que se diluye cuando empieza a soplar un viento frío que se lleva el paisaje y me obliga a cubrirme el rostro para regresar al anonimato.
Desde siempre me fue inmanente ser consecuente a los ratos que me dejaba libre aparentar estar vivo y con un brillo que no existe más que en nosotros dos, sin que nadie me atribuyera algo más que un poco de cinismo excéntrico por parecer extraño y aislado, buscando gritarle a lo que se perdió en encontrarse las diferentes respuestas que me hacen sepultar permanentemente mis memorias en un programa para ser neutralizado en mis sueños, que cuando terminé de asimilarlo se había hecho de noche y era inverosímil. Me había regalado tantas cosas que me era difícil imaginarme sin sus detalles y mucha gente ni siquiera es consciente de esto, pero ella, sabe que la observo y hablando me escucho mientras sus gestos y manos me ayudan a pronunciar.

3 comentarios:

Viv. dijo...

Desgranar imágenes, palabras, silencios, para hacer más bellos los recuerdos. "Porque no la olvido, nada he perdido".

Saludos, Manuel.

Anónimo dijo...

En la memoria de Baudrillard y el efímero arte moderno:

Arte-facto: Prohibido concluir

Indio Cacama dijo...

ah (suspiro), París bien vale una masa.

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