20060917

Desvariadamente ingenua, sonrió como no solía hacerlo, tenía algo en la sonrisa que no podía desatar ni su mirada, ni su voz. Solo su cuerpo ingenuo que se negaba al deseo. Ella tendría que tomarse las cosas con más calma, a final de cuentas esto no es lo que pasa, es lo que pasó, como si la prisa fuese un error de juventud y no un pretexto para justificar los errores

¿Qué puede pasar para evitar que tengas sueños? ¿Que vendrá después de esas noches de insomnio? Al final pretendo ser el autor de tus fantasías mientras veo pasar tus ilusiones y nos despedimos para no dejar nunca de vernos, al final hay que ser fuertes para estar solos, alcanzar las sombras para ver lo profundo de las relaciones, en solitario y al aire. Estaba anunciada tu textura y tu peso en tu forma de tocar el timbre, adiviné que no era un vendedor, ni un vecino, esa forma de anunciarte era la tuya.

Era tu forma de compartir la soledad en tu forma de llegar y no decir nada, y aprendía valorar tus risas y tus canciones, te llamaba pirata porque abordabas mi vida sin piedad en la complicidad de la noche que terminaba entre cáustica y humorística en tu crítica inteligencia.
-Si yo te dijera, que te quiero a gotas, que hace un año que estuvimos en el mar y aun siento la sal dentro, que el mal gozo existe y cuando me quedo pensando en tus defectos me quedo dormido y amanezco sordo y ciego sin ganas de vivir el día, recordando como sangrabas ese día y no querías hacer el amor.
-Si yo te dijera que quiero amanecer aquí mismo y sudando tú sal


Y después de mucho tiempo, solo queda tu foto enmarcada en una madera blanca que realza tus ojos y hace que el personaje que estaba atrás desapareciera domado por los cansancios del tiempo, mientras llegaban tiempos obscuros y caíamos, caíamos aunque no hubiera fondo a la vista, hasta un lugar que no existía, solo era como un estado de animo y que sigo sin entenderlo mientras caigo.

Siempre te vi así, obscura y luminosa al mismo tiempo, una sonrisa franca y un trasfondo irónico que siempre se sentía ahí, aunque estuvieras muerta en el fondo. Tu perfume de desasosiego sigue flotando por ahí, sin la menor idea de donde proviene ese olor seco que me persigue, claro solo eso podía ser, era un fruto de mi imaginación y ahora, me entero que mi angustia existencial tan solo era enamoramiento.

Y esto es historia, si tiene ago en el fondo, no lo se pues solo es un desahogo, un secreto que digo mintiendo como el buen farsante que soy.

3 comentarios:

Aristóteles dijo...

Pues que buen farsante... ¡Que manera de conocer a su amada! No os preocupéis, siempre queda algo en el fondo.

Sr. Manuel, tenga usted una excelente semana y reciba un apretón de manos.

Indio Cacama dijo...

En la farmacia puedes preguntar:"¿tienen pastillas para no soñar?"

Viv. dijo...

Pensar en sus defectos y quedarte dormido... seguro que tu musa era inofensiva. Así vale soñar)

Besos.

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