20061030

Nuestros miedos crecen cuando la soledad es compartida


Hay quien se me incrustó en el alma dispuesta al trance inaudito de ser uno conmigo, después desaparece y te deja una ausencia que te sella por siempre pero ¿Qué pude conservar de mi ingenuidad? Una criatura con fecha de caducidad vencida, pero no, antes era muy fácil enamorarse de ella en lo aljamiado y exótico de su ser, pero siempre lista para ir a pedir dulces de leche y cocadas en un idioma extraño como si cualquier cosa y solo por el placer de cacarearme con el tendero. Ahora ese amor perece una amistad aplazada que ya no tiene sentido cuando estoy hilando en lo mas fino del recuerdo entre sus sonrisas de después y los encantos de los antes cuando ya me sabía solo y le pedí un cariño para solo dejarme la rutina instalada en mi vida, solo otra vez más y me quedé esperando porque rompería la magia exótica de un lugar lejano de mis recuerdos, de la memoria de ayer y de los repasos de mañana que tomo y retomo para dejarlos en las noches en el mejor camino, que no es el más fácil o corto, solo es el más placentero. –Ayer- Susurraba en mi oído, porque no mañana, será el conjuro de la vida. Fue rencoroso y sin embargo tengo el más dulce de los recuerdos, la verdad, solo la verdad y eran como hechizos orientales que rompían la noche de sus -Te quiero- en que amanecía envuelto en sus velos, cuando me prendió ese último cigarro antes de que bajaran mi caja a la fosa en que las paladas se oían cada ves mas lejanas retumbando en la madera mientras el humo llenaba el espacio que dejaba mi cuerpo estirado y frío, aprovecho la colilla para prender un cigarro más, ya aquí abajo pues que me importa el quemarme, el humo o la luz.

Me despierto alterado respirando dificultosamente Probablemente fue un sueño en el que todo era obscuro, húmedo y frío. Siento la colilla apagada del cigarro entre mis dedos, y empiezo a extrañar el humo. Los dedos tratan de moverse pero no pueden por un dolor inmarcesible en que siento las yemas de los dedos caer muertas. No se siquiera si tengo los ojos abiertos. Siento frío, mucho frío.

3 comentarios:

Indio Cacama dijo...

Aljamiada.
A veces creo que hay tantas cosas que dejamos de hacer, es decir tantos proyectos a los que renunciamos que recurrentemente nos visitan y nos hacen añorar el pasado . En fin ya tendremos tiempo de recordar fumando aunque haga mucho frío.

Viv. dijo...

Ayer, por qué no mañana será el conjuro de la vida..; buena pregunta...
Abrazos, Manuel.

Aristóteles dijo...

Jajaja... Me gusta,... Algunas cosas de la vida hay que concluirlas: "Todo fue un sueño"... jejeje.

Saludos.

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