20061020

No es fácil aceptarlo, está muriendo. El cura que llamaron de urgencia se dedica a aplicarle la extremaunción con la cara larga y les pide a algunas de las viejitas del fondo del cuarto que recen los misterios dolorosos, lo que interrumpe su chismorreo pero obedecen con humildad. El doctor hace buen rato que lo desahució y trata que los estertores no sean tan impresionantes mojándole los labios poco a poco con un paño húmedo para que los familiares puedan justificar que se hace lo humanamente posible para su bien morir. La familia se congrega en los pies de la cama sin poder esconder su pesar, unos lloran sin poder disimularlo, otros permanecen en una actitud grave y no falta el que piensa en la herencia frotándose las manos a escondidas, mientras los niños que están en otra habitación de repente meten su nariz curiosa para ver que está pasando pero regresan a sus juegos lejos de los mayores sin saber a ciencia cierta que ocurre. Los amigos se han juntado en el bar y entre silencio inhabituales brindan por quien ya no estará con ellos mientras recuerdan sus buenos ratos. Ya han avisado al dueño de la funeraria que calcula el costo del servicio, -¡Ojalá y lo entierren! porque las cremaciones no me gustan- piensa para si mismo mientras espera noticias. Las muchachas del servicio permanecen en el silencio de la cocina tomando a sorbos un poco de café con pan. Todo transcurre lentamente mientras en el fondo del dormitorio un artista observa y toma nota.

6 comentarios:

Indio Cacama dijo...

A veces he pensado que un observador es una especie de yoyo que oscila entre la indiferencia y la empatía , digo ¿cómo puede uno sustraerse y tomar nota en casos así sin ser un poco indiferentes ante el dolor y al mismo tiempo como puede uno hacerlo sin tener empatía?

Anónimo dijo...

Te faltó poner la final: tan tan.

Gatito viejo dijo...

Me gustó tu escrito porque en él aparecen distintos puntos de vista de una terrible y por desgracia conocida situación. Esa muerte que para unos significa dolor, para otros indiferencia y para otros alivio, incluso descanso. Y es que el punto de vista es uno de los aspectos que más me interesan de un relato. Difícil no entrar en valoraciones, difícil mantener la mirada en lo que uno ve y no tomar partido, no sentir, sólo dejarse llevar, sólo contar, como hace ese artista, observar y tomar nota.
Saludos

Sofía Reyes dijo...

Me hubiera gustado que también dibujara a todos, en la orilla de la hoja. Saludos!

Isabel Barceló Chico dijo...

De algún modo ese artista que observa y toma nota parece representar al universo, inalterado por la muerte. Muere alquien a quien quieres, y te parece increíble que luzca el sol o que los pájaros canten. Y, sin embargo, así es. Saludos cordiales.

Aristóteles dijo...

Ups... esto es cosa de todos lo días.

Manuel, me has hecho reir mucho con tu último comentario en mi blog.

Realmente te aprecio.
Formas parte de mi vida.
Bendiciones para ti y tu familia.

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