20070214

Emplastos de –nomeacuerdo-
Con cataplasmas de –otroapego-


Ahora que aunque la noche fuera más larga, tanto como antes… Porque los primeros días después de eso, como que uno se puede poner tan triste como quiera que al final, pues sale otra vez la risa y no pasa nada. Sales a caminar en las mañanas y la humedad que viene del mar deja un rastro de rocío brillante en la arena que la humedece e impide que se terminen de borrar mis pisadas, mientras, camino entre la playa y la huerta de naranjas rumbo al pueblo, siempre viendo para atrás casi sin querer y me impregno todito del océano. De noche, en cambio, mis pensamientos son sueños vivos mientras transcurre el tiempo y sus efectos destruyen mi paciencia. Pasa el viento por la ventana abierta transformando la vista y buena parte del miedo simplemente se va con él, solo queda una mueca del recuerdo del sueño. ¡Que lastima que se murió sin que lo matáramos antes! Bueno, ya lo sabes, no te puedes salir siempre con la tuya

4 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Me gusta oirte hablar de ese "huerto de naranjas" junto al mar. Es muy mediterráneo también. Besos.

dijo...

¿Te refieres a Pinochet?

Viv. dijo...

Ah, yo quería leer de qué manera iban a matar el sueño... Siga mirando hacia atrás y recupere el libreto.

Saludos, Manuel.

Isabel Barceló Chico dijo...

Al mismo tiempo que se recupera la risa, estaría bien recuperar la palabra. ¿Estás perezosillo? Besos.

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