20120803

¡Híjole! Amanecí más cursi que de costumbre


“Cada quien entra en uno de una forma y se despide de otra. El frenesí del alma encubre una estela de olores que van desde el jazmín al azufre. Si no soy hoy, seré el otro mañana entonces soy yo y él cuando tú decidas que ella  de señales con su rodilla. Más tarde se enfunda de negro y encaja en el cajón que no vuelca sino como la cruz parada. Eternamente dormida, muda y helada. El reloj no para y el tiempo sigue su curso porque la agonía duró de lunes a miércoles, se  quedó desencajada de bronca el jueves porque no pudo suplicar ningún nombre antes de expirar.

Vamos dejando espacio para que desde el viernes los vivos rumbeen con el recuerdo de los muertos el fin de semana ininterrumpidamente.”



Cuéntame del último piso, Cristina



El elevador indicaba que había llegado al último piso, abrió su puerta y se mantuvo detenido en ninguna parte, había solamente una puerta inmóvil frente a mí. No pude entrar, era necesaria una llave para abrir la puerta y yo solo toqué la puerta tímidamente, un timbre repiqueteo y la puerta se cerró inmediatamente para volverse a abrir velozmente y dejarme ver un cielo estrellado que no era creíble, la podía sentir, oler, tocar, ahí estaba y al tiempo, toda ella era etérea e insubstancial… y eso ahí esta. Pero no sé que es, un espacio sin tiempo o una larga huella que no es de nadie, donde algo pasó entre el momento de tranquilidad y la fuga precipitada; fue una mirada, sólo una ojeada fugaz que me conectó con sus ojos. Para que durante tres noches este fuera el sueño fugaz de -Quiero ser dependiente, vivir echando flores a un pozo y ser, simplemente ser- Y por un segundo me quedé en suspenso, esperando que algo pase, que el ascensor milagrosamente se abra y ella se abalance a mis brazos y la noche fría se arroje sobre la tarde de amnesia… y todo, dentro del cajón de culpa y mal, en que de repente encuentro con que la puerta está abierta en la planta baja, y su único camino es la calle. El tiempo, ni acaba ni empieza… Solamente transcurre, pero el temblor inicial se ha convertido ahora en una temblorina toda mía y me deja inerme simplemente. Convulsión que no me deja articular oraciones completas y solo balbuceo mientras pasan las olas frente a mí y el maremoto se aleja y me enmudece, su truco es desnudarse cuando va perdiendo la discusión.

La obscuridad me hace temeroso y el tiempo es quien en verdad me consume. Ella baja las escaleras corriendo para alcanzarme, se pone en movimiento y siente que gana segundos en movimientos ingenuos que la regresan al patio donde fue niña, ahí cuando perdió la virginidad, entre las baldosas mojadas y los truenos humeantes de aquella tormenta que la obligo a buscar refugio bajo el árbol esencial, el que no la protegió de sus instintos mientras hurgaba entre su cuerpo por algo que le desvistiera más rápido mientras le daba la vuelta a su medalla que la protegía. Ahora vive en un último piso para recordárselo todo el tiempo, y me lo cuenta todo, como si cualquier cosa.

A Cristina le dijeron que la sequía sería muy severa ese año y aprovecho para dejar los campos de agave y el maíz de temporal esperando por su presencia. El calor seco se apiñaba entre los muros y se desprendía inseparable de la noche de su casa de la ciudad. Se escondió para purgar su dicha, y supo que era improbable que volviera a sentir lo mismo en el activismo de sus modales. El ateo de su conciencia se despellejo en las caricias que ella misma se programo para despertar, y era como enamorarse en la cárcel y no tener fecha de salida para terminar de quererse. Y terminaba con ella misma, entre el quien sabe y jamás que lidiaba con su pena, para hacerla intemporal y etérea. Mientras corría el tiempo esquivando lastimarla en las prisas de dejarme y regresar al campo. Esta probada y disimula su rubor con el reflejo de su pelo que no puede terminar de desenmascarar sus ojos -Quiero anidar en ese viento que pega de frente cuando tu no estás, se mete dentro de mis ojos y me hace llorar. Pero mientras, imagina fabulas de poses inauditas en lugares insospechados-

Así te imagino en tu yermo.... como la hoja que perdió su árbol y ese queda más viento que pétalo viajando en un vaivén empecinado en no posarse sobre el prado, en juegos de manos que hacen diabluras con las palabras y se entretiene resucitando.

Seducida, regreso a su campo, tomó sus recuerdos, los limpió con un trapo blanco que antes fue falda, los colocó en un gancho y los colgó en su guardarropa y ahí se quedaron balanceándose esperando que alguien los baje a la realidad. Ahí se quedaron temblando, en la esquina derecha, casi donde tenía el traje sastre negro de los velorios y el rojo escotado de las fiestas. Ella era zurda y a su diestra tenía lo que menos usaba. Era pobre, de esa penuria que duele porque todo lo tiene. Esto es atemporal y lo mismo da si es hoy o mañana, y todo se quedó en el guardarropa con lo que no se usa y lo único cierto es su titubeo. Tengo más, pero lo tengo muy lejos y para reconstruirlo necesito platicarlo, para que la trama regrese y tome sentido. Verter los recuerdos en una copa de madera para que se impregnen de nostalgia. Descender a sus rastros más ínfimos y recrearla, hasta que se acabe el último resto y la vida siga igual. Vamos a probar la soledad del paisaje, me levanto y tintinean mis pedazos mientras se desprenden y caen.

Esa noche tomó un puñado de ramas bien secas y se puso a alimentar el fuego, -El fuego es como el amor, lo alimentas de a poquitos y después… ya no sabes como atajarlo- Pensaba mientras insistía en verlo crecer, una a una las colocaba para su sacrificio en aras de un fuego que se volvió incontenible. Se escapó una duda, no sabemos donde está, empezó temblando y acabó con una ola inmensa que cubrió todo. Con el tiempo y las sequia vendió el erial y regresó a la ciudad, pero esta vez al último piso de un edificio de muchos pisos en una calzada sin nombre. Con doble chapa y malos modos en donde se envolvía solamente con su larga cabellera, finamente peinada de vestido de novia enamorada.



Eso es real, nubes

El sol hoy, está pleno

¡Ya pueden bajar!

10 comentarios:

Norma dijo...

Querido Manuel, leo que enarbolaste esta página con las palabras de Emma. Nunca más cercana a tu texto contestando los apasionantes, etéreos y simpáticos delirios. Junto a tus B (Berta y BB) y Emma espero se sume al club “Gravidez por Gravedad” la sra Patricia Galan.Cariños

Emma dijo...

Disfrútala en el último piso Manuel.
La ojeada duró instantes sobre el espacio entre la abertura repentina y la puerta que sólo Cristina puede cerrar, es que ella sabe cuando el viento la quiere apropiar.Sabe que hay vientos buenos que corren las pestes, y los no tanto que cambian repentinamente de dirección cegando con las cenizas del Popocatépetl.La conexión fue perfecta y simultánea, sin pagar interés por demoras. En las mañanas de su infancia deshojaba margaritas con las cinco preguntas requeridas: ¿me quiere o no me quiere? ¿Mucho, poquito o nada? Si no quedaba con el pétalo no me quiere le pasaba con el nada.
Cierto día dio vuelta la medalla de la Virgen del Valle que fuera regalo de su abuela paterna para simular un bautizo que nunca fue sacramento, y aprovechó la doble chapa para mostrar del reverso el grabado con su A(RH -).
Bajó las escaleras para abrigarse en los brazos del ser que más deslumbró a América. Zurda hasta las huestes y capitalista hasta el colágeno de sus labios y vagina. Es probable que con el Che hayan perdido ambos la virginidad en La Plata, entre sueños con serpientes y fusil contra fusil, para luego mudarse al paraíso de las dotes y piadosos modales que recogió y consumió de él, junto a su inteligencia, caricias, penetración y besos verdes George Washington. Como si nada y de la nada, de bajada hacia La Patagonia,cerquita de la utopía que alberga su ilusión de merodearlas y reclamarlas a los ingleses, en un santiamén lo vio sucumbir.Dicen que murió con los ojos abiertos, uno mirando a Las Malvinas y el otro a Chile, en la boca el gesto de un alarido como gruñendo la última vocal de la sílaba ta cuando se acordó de la madre de un famoso gremialista con quien estaba discutiendo acaloradamente por teléfono. Con la imagen de la virgen, Cristina, le cerró los párpados, la misma que lo custodia ahora adentro del ataúd y del sarcófago. En el nombre del padre.
Colgó en el placard todos los trapos de colores vivos y desde entonces sólo la viste el negro.
- Margarita, te exijo sólo los pétalos de la seducción, quiero deshojar el te quiero y el mucho.
-
-

- Cuando el viento le viene de frente, deja que la manoseen y enlacen sin misericordia; cuando viene de atrás se coloca un pañuelo blanco, se acerca al pozo y arroja su bondad para luego convertirse en la bestia que la luna llena provoca en la leyenda. Casi siempre es una dama sostenida por el do re mi fa. El sol es su amén y no perdona a La que Bendijo un bendito puerto por encontrarla, para concebirla como hermana lobo. Si la encuentras por las nubes, Manuel,huele su pelo, aprieta su boca hasta abrirla, cuando estés adentro retenla, y abrázala en cuclillas porque si le dejas aire se te escurre por la hendija y no regresa más. No dejes que se extinga el fuego en el cielo, porque cuando pisa la tierra ella ciñe sus piernas y su boca parece un hueco oscuro que al abrir brota un río en creciente cuyo cauce va desde Tierra del Fuego hasta La Quiaca. Si te descuidas puede llegar a tañer los campanarios de Puebla, y el pueblo enloquecerá y todas las B se guarecerán sumergidas en agua bendita, emergerán de las tumbas los parientes muertos para protegerlos con cruces santificadas por los papas Pio. Y ella, y ella, ella los desafiará cantando y bailando al ritmo de... http://www.youtube.com/watch?v=AdBM6N2Zbv4, en la plaza pública, y en privado lo hará junto PN.
- De color cobrizo cubre la cabellera y los modos banales. Cristina sabe quién es, qué tiene, con quién transbordará más allá del noveno piso y mientras dure, será inolvidable. Lo promete y yo le creo.

Manuel dijo...

Norma, ¡sé que lo que me gustaría escribir! Serían actos de magia en que palabras se conviertan en ideas, pero mi estreñimiento mental solo me da por hilvanar palabras sin sentido, que al final caen en cursilerías de museo, indigeribles. En pocas cuartillas me gustaría dejar caer una historia que sea creíble y veraz.
Pero, todo menos abandonar palabras en el tintero o tragarme ideas que no concluyen ni se definen.

Soy cursi en el sentido de la RAE;
cursi.
(Etim. disc.).
1. adj. Dicho de una persona: Que pretende ser elegante y refinada sin conseguirlo. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una cosa: Que, con apariencia de elegancia o riqueza, es pretenciosa y de mal gusto.

Y en los diccionarios de lunfardo que consulté no encontré la versión argentina

O en el panhispánico de dudas;

cursi. ‘Que pretendiendo ser elegante, resulta afectado, ridículo o de poco gusto’. Su superlativo es cursilísimo, con el interfijo -l- presente en otros derivados de cursi, como cursilería o cursilada (→ -ísimo, 2c): «Esa cursilísima metáfora de llamar al sexo de la mujer la “fruta prohibida”» (Leyva Piñata [Méx. 1984]).


“Con doble chapa y malos modos en donde se envolvía solamente con su larga cabellera, finamente peinada de vestido de novia enamorada…”
La doble chapa, la entiendo como un baúl antiguo, tenían una cerradura (Chapa, en Méx)
Igual de la RAE;
Chapa.
10. f. cerradura (‖ mecanismo para cerrar). U. m. en América.
Me imagino que solo quise expresar la cerrazón con que mi Cristina se encerraba en el último piso de su edificio, para evadirse de sus recuerdos. Claro en un cursi rebuscamiento poético, que de práctico o inteligible ¡no tiene nada!

Norma, en lo general, traté de continuar la idea del escrito anterior en base a lo que tú comentaste. Pero no solo no salió, me enredé en algo diferente.

Buena semana (no le digas a América que es lunes)

Norma dijo...

Manuel, no tengo nada que ver con el comentario de Emma.Arréglate con ella. Si América se asoma por aquí tendrá un lunes diferente. Saludos.

BB dijo...

Eso sólo sucede los lunes. Ambos se han equivocado de Cristinas...
Besos

Manuel dijo...

BB; Y lo peor es que las dos son de carne y hueso, pero entreverarlas es mucho ingenio y lo aprecio, en la soledad del no entiendo mucho de política Argentina
Es increíble como una historia y un nombre te hacen evocar otras cosas, que cuando las entrelazas, adquieren sentidos diferentes
Y ver como sutilezas, te llevan de la mano para despejar caminos que antes no entendías y ahí están

Emma dijo...

Te convido querido amigo a que lo leas las veces que a cada una de nosotras nos lleva hilvanar tus palabras para luego representarlas en un comentario. Ten cuidado con el nombre de las protagonistas.

Manuel dijo...

...
Así será Emma
¡Qué gusto que me leas y te inspire algo?

Emma dijo...

Este lunes fue diferente porque he reído desde que entré al face, mientras cocinaba, almorzaba, en el trayecto al trabajo, en la peatonal, bojo la sombra del naranjo, dentro del colegio, en el baño, en la sala de profesores, en la sala de videojuegos, otra vez en el baño, a la salida, mientras me dirigía a pagar los impuestos, durante la fila para pagarlos, de regreso a casa, en el ascensor, de vuelta en el baño y ahora mismo cuando me imagino la cara de ¿qué habré hecho para merecerlo? de Manuel cuando se encontró con el desquiciado comentario. ¿Viste, América,qué rápido pasa el lunes?

Anónimo dijo...

¡Qué pasada!. Y es que todos están fuera.

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