20120428

Rendibú


Rendibú



Me quedo sentado frente a una taza de café. Yo solitario, una sombra anónima y vacía, rodeado de iguales que no me conocen. Y estoy así para poder ubicarme en el fondo de la taza, el cuenco donde se marean mis pensamientos:

-¡Gané, gané!-

Solo para quedarme absorto inmediatamente

-Tengo tu cuerpo pero sin su aliento, perdí tu respeto, mi dignidad, la manera de ser: pero eso sí, te vencí, ¡gané…! y es algo que me hace sentir bien-

Bueno, es cierto, al final, nos podríamos haber salvado los dos. Si hubiésemos dejado todo en la ilusión y disfrutáramos simulado que fue cierto, mientras el tiempo… pasaba y nos sosegamos. Pero… si ya te poseía, pues ¿Para qué te tomé?

Tomo el último trago de café y salgo de la cafetería arrastrando mi sombra, no tengo ninguna gana de llegar a encontrarte.

1 comentario:

Norma dijo...

Bien Manuel, pero... ¡qué bien escrito! Es un texto por demás omnisciente y no es fácil lograrlo.

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