-Apaga y vámonos-
Me hubiera gustado que fuese un –Espérame tantito y llévame- o algo más neutro, pero no, decidió despedirme lo más rápido posible. Solo le quedaba una mirada malgastada entre sus ojos que me despachaba con algo de tregua en su adiós, pero el honor y el sacrificio te llevan a luchar por ellos, y pelear es intrínsecamente malo. Entonces decidió suspender la guerra en palabras y uso su mejor cara, la de expresión de asombro. Intuye que alguien ignora su voluntad, y esa es sagrada, la euforia mata la sensatez y liar sus bártulos es la solución. -Adiós, que para adiaos ya habrá tiempo-
5 comentarios:
Hay veces en que se tiene prisa por despedirse...
El que poco se despide, ya quiere irse.
Oye, regresa,... Aunque sea para despedirnos. Se te extraña.
Abrazos.
Saludos, Manuel.
Una duda: ¿Te llegaron los 6 paquetes con las 12 revistas que te mandé o te faltó alguno o no te llegó ninguno? Nomás ando confirmando con los suscriptores de la revista, porque a veces hay problemas con el correo.
Te mando un saludo.
P.D. Mi correo es guffo76@hotmail.com
la gravedad depende de si es maleta o mochila?
Hay despedidas que es mucho mejor que sean cortas. Y definitivas. Besos, querido amigo.
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