20130814

¿Qué más quieres, quieres más?
Tres en la función y una noche cedida a la luz del “Haz lo que debas”


“Se abandona casa céntrica, amplio jardín lleno de reproches y limones vanos, con amplias ventanas tapadas de chucherías olvidadas por un ex dueño que no permiten ver los rosales (florean todo el año y siempre de diferente color). Más informes en la calle desolación esquina con amonestaciones. Renunciar a ella tiene infinitas posibilidades para zigzaguear  entre depresiones y nubes. Informes con la dueña”
Todo empezó cuando la lluvia empezó a caer como bolas aguosas rodando cuesta abajo para dejarse caer entre sus mejillas y el piso. Se acercó a la ventana que ve al jardín, estaba descubierta, ya sin la cara de miedo en la que se ocultaba, ni los pasos cautelosos del desasosiego. Uno ve, cuenta y se aplica a cosas que ya pasaron para rendirse y dejarse llevar por el recelo. Aprensión al castigo por descuartizar la idea del divertimiento con eso. Gentilmente me dejaba ir, empezamos en verano, pero ya principia el miedo al frío del invierno y hay muchas cosas que no son pecado ahora y ella ya me concedió la vida eterna. Cuanta angustia por seguir aquí y perder el control y acercarse a lo desconocido. Es de noche hasta que amanece y el día viene en serio, para quedarse y aun dura. Ese amanecer lo intuí y para el medio día ya lo sabía. Todo lo que no sé, no me importa, el problema viene cuando no logramos lo que ambicionábamos, porque no nos damos cuenta que cuando lo obtengamos vamos a ser más infelices… y no podemos salir impunes del deseo. Es solamente el fetichismo que nos lleva a volvernos mitómanos para anhelar lo que no tenemos y despreciar lo que ya tuvimos pero se perdió entre el tiempo, la almohada… para terminar enredado entre las sábanas del lecho mortuorio y sin nada, viendo un jardín que nadie visita en una envidia. Porque los jardines ¿nacen? en la más absurda de las certezas

“Compro rincón apacible con todos los servicios y ninguna inquietud, pago de contado y agradezco por siempre”

20130808

A veces....

A veces razono que lo que pretendo es diferente de lo que logro, que mis ideas de lo que habría de ser no son lo que es, y vivo en un error que no me deja ver la verdad, ni puedo entender porque es así mi desconcierto. Y así pensando no recuerdo lo que le dije, ni porque así lo decidí, aunque piense que pudo ser diferente si lo hubiera especulado dos veces. Pero… si lo hubiera pensado dos veces, seguramente no hubiera sido mía y yo, seguiría siendo de ella en una equivoca ironía. Es como escribir un cuento y pensar que solo es ficción, si no lo has vivido solo puedes imaginar un final errático y descabellado, que se involucra en memorias que no son o recuerdos que no existen. El “hubiera” no es como el antes. Primero, hubiera cambiado las cosas y ahora no es como ayer porque inicial, todo era una ilusión y ahora sus cicatrices quedaron entre los sueños que me marcan, con su trampa a la vera ¿Cómo mentir con la verdad? Si los muertos no saben del tiempo y aguantan, exánimes, mucho el dolor. Están y se quedan frente a un espejo tratando de echar vaho y se observan a sí mismos decaer mientras su único adorno es el perfume de los miedos en los que danzan mientras se apoderan del baile en un marchito último aliento. 

Archivo del Blog