20090819

¡Eso del miedo, me queda! Todo el mundo tiene, a algunos se nos da mejor que otros y hasta hay quien le tiene miedo a tener miedo. Otros son tan cobardes que a su sombra le temen y esos son los peores porque los que le tienen miedo a los miedos de los demás, ya ni cuentan. Hay quienes ni lagrimitas sueltan y ahí están para ser temerarios, viven para ser instintivos y sin siquiera poder dejar pasar un pequeño susto, es más, yo creo que les gusta eso de andar arriesgando y dejándose ir. Pero en realidad es difícil aceptar el riesgo y lo que viene junto. Esa sensación de cerrar los ojos y ver venir el peligro solo le quita gusto al desasosiego, es mejor saborearlo en el momento, cuando sabes que puede tener consecuencias y no sabes que puede ser. ¡El miedo existe y se me da! Abre los pliegues de mi ser y la peligrosidad le da nuevas expectativas a cada una de mis acciones. Ese miedo que se anuncia con un sudor frío que sube de repente y te nubla la vista para soltar adrenalina y esa fuerza que buscas para hacer lo que ansías, te acaricias la frente respiras profundo buscando coraje, porque la valentía tiene que ver con el miedo y el terror es pariente del fracaso.
Hasta hubo veces que soñaba lo que me iba a pasar y le tenía miedo al tiempo, esa sensación de que algo va a pasar y lo soñaste... pero sabes que va a llegar algún día. Y lo bueno es que nunca sucede antes de que se te olvide completamente y ¿qué pasa?; es como si lo vivieras dos veces mientras entre culpa y pena no sabes escoger. Porque al final es un albur ¿qué puede pasar que no lo haya temido ya? ¡Cosas que pasan y tiritos que nos aventamos porque al fin; el que no arriesga, no gana!

20090807

El xictli y los teonanacatl

Los hombrecitos quieren nacer, brotan en este mes de aguas, esperan que pase el amanecer y los deje nacer en la sombra, por entre las chileras. Entonces clarea y despiertan se asoman entre el sembradío y ahí se los encuentra, todos bien mustios y como caca de vaca se dejan ver dormiditos, hechos bola entre las plantas. Dicen que llegan de noche como el pito del compadre y se acuestan a guardarse en el fresco de agosto con sus aguas para quedarse dormidos hasta tarde de tanto velar el sueño. Créales, solo ellos le dicen la verdad y aunque no sepan bien, le dejan soñar y ver el mañana.

Córtelos tempranito desde el fondo, cuando no le divisan los demás del pueblo y estarán bien mientras los guarde todo el día en la jícara que está junto al fogón, tapados con hojas del aguacate. Eso sí, con un ajo y su moneda de plata para estar seguro de que no los pinte de negro, no vaya ser la de malas y estén pasados.

Y ahí nos esperamos quietecitas hasta que obscurezca, con un mezcalito, porque a los chiquitos les da por ponerse chípiles si les pega el ruido y hace sol. Ni les pregunte nada, ellos solitos se lo van a platicar, todo lo que quiere usted saber en la noche, bien que están al tanto que le duele y por donde va su pena. Déjelos que se hallen y no se abronque con ellos porque le pueden dejar tocada y ahí si ya ni para atrás ni para el delante. Se los empuja ayunada de todo el día. De no más de dos y menos de tres porque quieren ir acompañados pero no en bola y ahí se queda con alguien que le cuide y vea por usted toda la noche, rezando una salve mientras le pegan porque son rete platicadores y bien que les gusta estar jodiendo con terquedad para volverle loca.

Pero, no se queje, déjese llevar que, si quiere, yo le acompaño sin hacerle ruido y solo no se me espante si la toco porque veo que se esté dejando llevar para afuera. Le atiendo y le tapo porque no es bueno que le pegue el frio si esta sudando y a esa hora van a andar los nahuales afuera. Quédese viendo el xictli que ahí tiene toda la fuerza, no se deje llevar a las orillas aunque vea luces y oiga los ruidos de los perros aullando, porque si se quiere salir se me vas a jullir y no voy a poder contenerle comadrita, se me va a poner a vomitar manque estés en ayunas y se acabo, va a quedar bien chiqueada.

Comadrita: acuérdese que usted es su peor diablo y yo su alcahueta, no se me descuide porque la noche es larga y mañana va a amanecer usted toda dolida. Y de últimas: En la noche, desconfíe de las sombras comadre, sépase que lo que le digan los teonanacatles va a ser verdad y ellos; se las saben todas. Los hombrecitos no consiguen decir mentiras, puras verdades manque duelan. Y ya después nos platicamos que le contaron, eso... si es que se puede saber.

20090804

Siete suelas

El miedo de los niños se deja caer bajo la cama cuando sueñan. Antes era pequeño con las cosas que parecían más grandes, las preguntas ingenuas y los deseos prácticamente ilusorios; como el olvido. Eso sí, los afectos eran pocos e insufribles. ¿Cómo describir el apego a unos zapatos nuevos o a la ventana en que espiaba a las vecinas por las noches?
-Ya ven a acostarte-
Pero, claro, mi madre siempre disimulaba y me daba la bendición tocando mis labios con la punta de sus dedos. Ella entendía de esas cosas y no las tomaba en serio, eso sí, disimuladamente empujaba mis zapatos debajo de la cama con la punta de los suyos; y ahí quedaban junto a mis miedos.
Claro que era más necio el empeñarse en algo que buscar una respuesta que no se apoyara en un engaño, querer ser Dios para prohibir las religiones, mientras poder ser un gran hipócrita, siempre regresando a la seguridad de la casa paterna. Malaunque los miedos cohabitaran con los zapatos en las noches (yo presumo que salían a pasear juntos de noche porque siempre amanecían sucios y rotos, o al menos ese es mi recuerdo infantil).
Miro a los que pasan y dejo caer mi vergüenza. Todo llega hasta donde quiero, a veces se sale de mis manos y aun más lejos. Alguien, en alguna parte se acuerda de ser feliz… porqué la juventud se adquiere con ideales para perderse con chascos y eso; es peligroso
Desarraigado frio y desapegado levanto las manos y me las manchó de cielo, siento el viento tan sutil que es capaz de matar sin apagar una vela en que yo aún espero que me pidan perdón pero solo provoco sonrisas.

-Hoy nos quedan ocho días, anónimos y felices; cuando lo cierto es que un relato así no debería ser, pero, siempre hay un pero. Esto es ser claro, claro que si, compartir el miedo y la risa para dejarnos quererte con la misma intensidad que tú nos usaste. Pensamos que nunca podría ser, pero ¡Cómo no!-
Me dijeron, aunque fuera entre dientes y casi sin querer los escuché
-Mientras, se agachaba y nos veía, es inevitable el deseo de la fama y el reconocimiento. Claro que ahora ya ni se acuerda y casi lo niega, no tuvo tiempo de dejar de ser joven en los arguendes del dios del azar que me permite olvidar deseos y cargar con culpas ajenas y tantos viejos secretos que ya son nuestros de tanto dormir bajo su cama. Es solo un fragmento que se vuelve intenso en recuerdos que de tan propios se convierten en hurtados al secreto de alguien más, cuando descubres que lo que buscas te está esperando, acechando y no puedes escapar a tus deseos ahitados y no dejas escapar a tu dualidad de destino robado que al final es tuyo, en que el tiempo gobierna. Demasiado tuyo cuando descubres que alcanzaste lo que querías y eres lo que no deseabas mientras vas de hito en hito acompañando al que te oprime. La sentencia la dictó alguien que no sé quien es ni donde está, solo se existe y es real, lo llevo dentro y está a punto de desecharme, y lo sé; es lógico y deseable porque no tirarnos sería enfermizo-
-No creer en nada: es aburrido-
Pero la ruta para llegar a algo es divertida y entretenida cuando el tiempo manda. Ya sé que necesito unos zapatos nuevos, porque excepto los calcetines, nada desaparece para siempre.

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