20090623

¿Y qué? Me sé cómodamente dormido, cansado, pero extrañamente lúcido y despierto. Todo el agotamiento de ayer está a cuestas sobre mí humanidad me hace sentir líquido, intrigante lo siento en el peso de las cobijas que fluyen sobre este cuerpo tan boca arriba, ¡yo no descanso cuando duermo así! Y viendo el foco prendido en el techo todo el tiempo no puedo dormirme ni cerrar los ojos. ¡Qué tan cansado estaría que no lo apagué! siento que me cubren las sábanas pero que no calientan y están extrañamente secas y frías. ¡Seguro que no tardo en despertar! Y cuando lo haga voy a hacer muchas cosas. Pero: ¿Y qué más da, por ahora, seguir dormido?

Mientras; este calor que sale de dentro hacia afuera y que a veces confundo con dolor o cansancio. Es como revancha de mis excesos de ayer, los morbosos actos que no recuerdo con el roce irreal de las sabanas blancas en mis dedos, pies, manos, la nariz, las orejas. ¿Me cagué? Este olor no lo conozco ni sé de donde viene.

Sueño que entran todos a observarme, de incognito con cubre bocas azules y batas blancas, no sé quiénes son. Y yo con esta impostura tan grotesca, huelo el aliento que sale de sus tapabocas, la batas blancas están manchadas de sangre y veo sus guantes como se acercan para cerrarme los ojos y dejarme dormir, mientras, oigo el aullar de una sirena que me rodea y siento que no recuerdo nada, todos se mueven y yo no. ¡Ya voy a despertar! ¡Quiero moverme! Pero hace mucho frio y no sé adónde voy. ¿Y quejarse? No comprendo, no entiendo de qué. Me limito a ser cómplice del silencio y tratar de espantar esta bruma turbadora que me cubre. Hagamos un trato niebla; ¡déjame en paz para siempre!

20090619

Xocoyota

Rodeado de ese rumor de cosas que se vienen abajo, prendido a la obscuridad como si fuera la última sensación se movía evadiendo bultos entre la trastienda tan llena de olores a buscar a su María

-¡En la ventana!-

-¿Cuál ventana? No hay nadie-

-¡Méndigo!

Sus ojos ya acostumbrados a la obscuridad se dejaron caer sobre el cuerpo y decidió que todo se definiría con un beso chapucero, casi robado, ahí, casi adivinado por todos los que no los veían pero lo sabían. Porque solo se puede ser infiel si alguien se entera y ya no considera traición, sino aventura, el besarla y bajar sus manos en su cuerpo para demostrar que un viernes podía ser diferente, que se podía mentir mejor con un fin de semana en el desvarío, sintiéndose un seducido malevo que todo lo mastica y digiere. Inasible, solo la pudo besar mientras se escurría entre sus dedos su cuerpo.

-Si se me olvidara todo-

-¿Perder la memoria?-

-¡Me encabronaría!-

-Lépero-

Fueron tocándose conforme se metía el sol y las sombras parecían llevarlos al fondo con la noche, memorias asociando las ideas que escapaban del cajón de los recuerdos a la caja de los deseos. Era la hora de cerrar y terminó apagando las luces de la tienda

-¿Estás ahí?-

-¡Vámonos!-

-Hoy es el día-

Y aunque el tiempo sea relativo caminaron rodeándose de pudor, como siguiéndose el uno al otro tras el rastro de aromas guardados entre sus cuerpo, parte robados a la tienda y parte el propio de los enamorados

-Y a ti ¿qué te pasa?-

-Nada-

-Anda, no hay tiempo para pensarlo, estás queriendo y es solo un sí o no Xocoyotita mía

Llegan temblando y terminan casi indiferentes entrando a la cama, porque saben que el destino es inexorable. Hoy están parados entre el temor y el miedo pasando el umbral del dos a uno, mañana todo será diferente.

20090608

Nombre

 

 

-Nombre, lo tienes que pagar como se malgastan las palabras de honor-

-Y los muertos ¿Qué?-

-Esos sí que ya ni existen, todo será de vivos para vivos-

-¡Que se sepa! Más allá no queda nada, nadita- Se dijo Nombre a si misma

Y corrió la cortina que servía de puerta para dejar salir el humo y asomarse a ver si ya regresaban del campo sus gentes, exhibió su cuerpo estirado al sol de la mañana y se regresó al fogón a calentar las tres tortillas viejas hasta hacerlas totopos para limpiarse los dientes y puso el agua para el café aguado antes que regresaran del campo las otras mujeres, con sus mecapales cargando el agua para la choza. Era la rutina de todos los días, un desayuno austero y unas memelas del comiscal para reponerse regresando de la faena.

 

Los plazos se cumplen, con criterios que son a más que justos; precisos. Insaciables llegan y consumen el tiempo antes de la fatalidad con que arriban mientras la memoria solo sirve para tener algo que olvidar. ¿La verdad es una en el tiempo? O lo que ayer fue religión hoy es mito, y lo que hoy es absoluto mañana será vano

-Mañana estoy ahí, sin falta-

-Nosotros aquí estamos, pero después de el pueblo… ya no hay nada, ¡todo está muerto!- Afirmo con rotundidad mientras recuerda ese viento frío que se descuelga en las noches, pesado como culpa que a veces refresca y en veces asusta pero nuncamente se olvida. Hasta el viento que pasa por las tardes, solo llora por llevarse la tierra de las calles mientras los perros, asoleados de todo el día, se muerden la cola y se ponen a aullar. La historia muere allí y con ella, en el cuerpo que se quedo entre silencios y quieto; sin moverse, caduco después de tantos miles de cigarros tan escrupulosamente envueltos uno a uno en papel de arroz para matar el tiempo. La verdad es que en el pueblo no se podía uno enamorar de las mujeres aunque fueran felices cuando ponían su cara de bonitas y hasta tuvieran sus raros momentos de placer con uno, porque de que les gustaba pues les gustaba y mucho.

 

-Antes teníamos a la cristiada para echarle la culpa de los males, ahora ni eso-

-Hay cosas que ya ni recordar, ya mejor nos salimos del pueblo y agarramos para la huerta de las afueras, a malvivir de las gallinas que ahí aun ponen-

-Al fin ellas nomas se bañan con tierra para quitarse los corucos- y no es fácil dejar la frescura de la casa por el calor entre los montes y con solo el pozo de agua mala para tener que hervirla de a huevo, eso sí entre el ardor de la tierra que se esconde de lo verde y lo seco del sol que se deja caer a plomo.

 

Y bajar al pueblo… solo con el calendario en los días de fiesta, a misa. Más aunque ya ahora no hay ni quien predique ni lana para pagarle y solo entremos a la iglesia a santiguarnos, después solo el camino de regreso al rancho para revolotear las ideas. Además después del sábado solo queda esperar el domingo para ver qué es lo que le da mañana, mañana, que al fin es algo que une separando y eso no es tan bueno, solo nos mantiene aquí.

 

Con su pelo como mecha apagada y renegrida que esconde sus pecados privados y los separa de los de todos porque no es una mera enfermedad, es algo más cuando se acuerda de la inexistente urraca azul que alguna vez imaginó en su ventana, pasando frente a las casas de colores chillantes. ¿Dónde se quedaron los murmullos del viento al peinar el pueblo?, solo se llevaron la pintura de las casas y se quedaron todas descascarachadas y solitas. Solo ese sol brillante y seco con el viento que no ayuda, estorba y procrastina la vida.

 

-Cuando llueva y pase esto; todo será mejor-

Se dijo Nombre a sí misma y se conformó con el pedazo de sombra que la manoseaba entre su fiebre.

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