20080528

El golpe en la frente

Pues, que más que no estar cerca cuando se levante, o estar volteado viendo la maraña en que decido ahorrar al tiempo que se quedo oteando la salida del cuarto. Y ni modo hay que apechugar, a lo hecho… derecho, o sea, todo el peso de ley del más fuerte aunque se vislumbre la salida. Se fue solita y aquí estoy para contarlo, así fue.

“Escrupulosamente se dedicó a arreglarse, la raya del planchado más que evidente en el traje sastre de negro absoluto y su camisa tan bonita, con fruncidos en las mangas, inmensamente brillante para mis ojos en su blanco perfecto, se la fajo graciosamente como queriendo que no se arrugara y como buena mujer honesta se dedico a olvidar su historia mientras se checaba el rojo de sus uñas con una mirada entre rebuscada y falsa, para dedicarse a terminar de observarse en el espejo tarareando una canción: A partir de esto ya le fue fácil salir a la calle y mezclarse con el resto de la gente, la hora de la venganza estaba cerca y a ella la iba a alcanzar bien prendida a su apariencia externa. Aún recordaba y me imagino que eso la hizo colocarse los lentes de marca, extra grandes y muy obscuros para evitar enseñar los ojos llorosos a los que pasaban cuando salió de la sombra del hotel, para dejarse llevar por una postura altiva y que se notaba fingida pues no le terminaba de quitar la pinta de fulana, ahí fue donde se dio de frente contra el cristal de la puerta, cuando adquirió el chipote en la frente que todos me achacan, pero no, yo solo estaba observándola desde la ventana para poder atestiguarlo. Era algo reservada, pero para algunas cosas se explayaba con la fruición del naufrago que es arisco a las madejas que la apañaban en las noches contra las palmeras de la playa ciñéndolas sin fin. Qué más puedo decir, solo que al final era tan maravillosa que hasta la estocada con que me dijo adiós me mando al disfrute”

Al colofón todo era más ruido que acción ó como diría casi entre dientes antes de terminar la última vez e irse casi sin despedir, mascullando sus íntimas contriciones: -Yo ya me dejaba caer por las escaleras y llegaste tú para empujarme, te quedaste muy pa siempre en mí-

20080512

La fuerza de choque del mesías
Recibo un correo de alguna parte y no sé quién:
“Al fracasado le asiste todo el derecho de considerar que fue la sociedad quien perdió y eso justifica excesos en el uso de la libertad como la anarquía o el populismo, el vicio de nuestra democracia es permitirle a cualquiera que aspire al poder, aun cuando este crea en mitos simbólicos que tienen más fuerza de comunidad y supervivencia que la realidad, y no es cierto, estamos arriesgando el futuro por un hoy cómodo, ¡qué vergüenza el sembrar pánico con el mito de la democracia cara a cara!”
La psicosis se vuelve solo miedo y transcurre la vida normal, pero entre correos que no sabes llegan algunos que los abres y te engarzan en incidentes entre tu yo y la conciencia, en los que no puedes evitar madurar. Los principios son los mismos, la moral no cambia pero tú tomas conciencia y actitud ante los mitos de la política.

20080508

¿A dónde van a pararse todas las historias deshilachadas y sin fin? Al astrágalo de mi pie y se quedan acompañadas de los calcañarcitos que tarsitos se dejan pisar sobre la suela y el quedar sorprendido me prende mucho el síndrome compartimental que procede al mal paso. ¿Quien dijo que taloneando no se muere? ¿Y a quien le importa si la taba es un albur que se juega con carnicoles o los dados se dejan caer solo hasta que alguien te alcanza y te ultraja el tobillo en el último paso para que el tarso de mis dolores se duela? Así estas palabras agotan su sentido y la historia puede ser contada porque es tan real como mi extremo inferior izquierdo, ¡ahí donde me duele el pinche huesito!

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